22 may 2011

Amada Niñera ~ 04


Mayra…Mayra…Mayra…Mayra. Escuchaba mi nombre en aquel prado, era un día nublado en la gran Inglaterra, estaba en el gran parque, mi vista empezaba a mirar a todas direcciones, deseaba ver el proveniente de esa voz que nombraba mi nombre, la gente pasaba con tanta prisa, sabían que se acercaba un lloviznar demasiado fuerte, yo solo estaba en aquella colina mirándolas pasar sin aun dejar de mirar a mi alrededor queriendo descifrar quien me llamaba, asta que la lluvia empezó a caer, era fría como siempre había sido, tal vez al día siguiente tenga gripa. Y fue hay cuando ya no podía ver claramente por las gotas de agua que empañaban mis ojos, una silueta de un hombre estaba parada algunos metros frente a mi, con una gabardina negra y su vista hacia mi…Mayra…Mayra…decía mi nombre, me acerque lentamente a aquel hombre y cuando mi mano por fin lo tocaría…Mayra…Mayra…MAY!!!.

- Ah!! – abrí mis ojos, tenia la respiración agitada, sudaba y sentía humedad por mis mejillas, había lagrimeado, pero eso no me sorprendía, si no lo que me tenia en shock en ese momento eran aquellos ojos que creía fuertes y rudos me miraban, Joseph se encontraba arriba de mi sujetándome por mis hombros, el igual estaba un poco agitado, sus ojos no me dejaban de ver, asta que el solo reacciono, me soltó y se quito de encima bajándose totalmente de la cama, iba a salir pero mis palabras lo detuvieron – que…que hacías aquí? – el solo me miro de reojo.

- Venia a decirte que el desayuno ya esta, pero cuando vine estabas gritando, decías “quien me habla, quien eres, que quieres”, no parabas de llorar te meneabas de un lado a otro en la cama, tuve que despertarte para que pudieras reaccionar – dijo serio.

- Eh…gracias – dije apenada, pero recordé que en mi sueño alguien me llamaba por mi nombre verdadero, el iba a salir nuevamente pero otra vez lo detuve – espera… - se inmovilizo y volvió a mirarme de reojo.

- Si?

- Me llamaste por otro nombre? – pregunte dudosa, el solo meneo la cabeza, aun seguía serio, demasiado diría yo.

- No, solo te llamaba por tu nombre, May – dijo para luego salir de la habitación, me senté en la cama y tape mi rostro con una almohada, que te pasaba Mayra!?, casi pudiste decir tu nombre real, pero…quien era el sujeto?, mientras mi mente pensaba mi estomago pedía alimentos, me levante de la cama y tome la bata y me la puse, fui hacia el baño, le cepille los dientes y me puse las pantuflas, baje trotando las escaleras y fui directo al comedor.

- Buenos días – salude sonriente.

- Buenos días hija – me contesto de igual manera el señor y la señora Rowlins

- Buenos días May – contestaron las pequeñas.

- Buenos días pequeñas – dije sonriente dándoles un beso a las dos en la mejilla.

- Siéntate hija – dijo el señor Kevin, me senté junto con las niñas y las ayudantes, para no decir otra palabra, empezaron a poner la mesa y a poner los platos del desayuno, valla que aroma mas esquicito, el tocino recién freído, los platanitos con crema, el jugo de naranja, los sándwiches dorados, todo olía esquicito, la mañana en la familia era agradable, el señor Kevin no paraba de hablar sobre natación con su hijo Joseph, al parecer el iba a clases de natación, las pequeñas iban a clases de valed, valla que familia. Al terminar de desayunar, los señores se alistaron, tomaron sus cosas y dejaron dicho “nada de fiestas” y luego salieron, al parecer el señor Kevin iba a acompañar a su mujer en aquel viaje de trabajo, dejándome a mi sola para cuidar a las niñas…y al bebito berrinchudo.

- Bien, bien, ahora ustedes dos súbanse a su cuarto que llamare a unos amigos – dijo Joseph tomando el teléfono y marcando números.

- Pero tu mama dijo que no quería nada de amigos en la casa…

- Y?, solo llamare a uno – dijo para luego salir hacia el patio.

- Tranquila May, te acostumbraras a que el joven popular tenga amigos en la casa. – dijo la pequeña Emily – ven vamos a nuestro cuarto – dijeron las pequeñas jalándome de la mano.

- Ok, vamos a jugar – dije sonriéndoles, las tres subimos y nos encerramos en el cuarto de Emily, valla, parecía que había llegado a la tierra fru-fru, todo lo que veía era rosa y peludo, ventanas rosas, cobijas rosas, alfombra rosas, floreros y flores rosas, todos de diferentes tonalidades pero eran rosas!, esto se llamaba obsesión.

~*~

Esperaba…esperaba…esperaba. Ding!, sonó el timbre de la puerta, fui a atender y hay estaba mi mejor amigo David.

- Que hay hermano? – dijo saludándome como siempre

- Nada nuevo – dije asiéndome a un lado para que el pasara.

- Un momento…hay algo extraño, y la fiesta?, y los chicos?, Joseph te sientes bien? – dijo tocándome la frente yo solo bufe y quite su mano de mi frente.

- Si me siento bien, lo que pasa es que mis papas contrataron una niñera…

- Uuuuh!!, bro…tienes una niñera!? – y fue cuando exploto en risas, yo solo me crucé de brazos y me deje caer en el sofá.

- Si tengo niñera…bueno prácticamente la niñera es de las monstros.

- Pero tienes niñera! – y aun seguía riendo, me levante y me fui a la cocina.

- Avísame cuando se te pase lo gracioso – dije sacando la jarra de agua y sirviéndome en un vaso, dios…que vergüenza, ahora mi reputación podía descender por la famosita niñera.

- Ya, ya me calme – dijo sentándose en la barra de la cocina, enfrente de donde yo estaba.

- Me alegro, ahora… - no termine mi frase cuando las risas de mis hermanas y May sonaron por toda la casa, mis hermanas iban bajando corriendo las escaleras y tras de ellas estaba May la cual al bajar cargo a Lisa y le izo cosquillas en su vientre con su boca, se veía demasiado tierna, Emily por su parte corrió hacia el jardín y tras de ella Lisa la cual May ya la había soltado, se veía, linda, tierna, cariñosa…muy frágil y a la ves fuerte, era…

Quien es ella?

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